SEMANA 1

La decisión de aislamiento

El viernes 20 de marzo del 2020, en asamblea extraordinaria, lxs socixs de la cooperativa Las Cañadas decidimos auto aislarnos del exterior más por un sentido de precaución que por un entendimiento profundo de las causas o los mejores procedimientos ante la pandemia del COVID-19.

Suspendimos todos los cursos y visitas de Las Cañadas hasta próximo aviso, pero seguimos enviando pedidos de semillas, plantas, libros, manuales, bambú, etc.

Mantener las actividades normales de la cooperativa, requiere el trabajo permanente de 31 personas, pero teníamos que repensar como enfrentar esta situación, ya que no todos lxs socixs vivimos dentro de Las Cañadas.  En acuerdo de asamblea se formaron dos grupos.

Grupo 1: Quienes viven o decidieron venirse a vivir por este periodo dentro del rancho Las Cañadas y que seguirían realizando las actividades que no se pueden poner en pausa, como siembras nuevas, cuidados de cultivos y animales (vacas, borregos, gallinas) y cuestiones administrativas.

Grupo 2: Quienes viven en las comunidades cercanas y se quedaría en su casa. Algunos de ellos vendrían 2 o 3 veces por semana a apoyar el trabajo en sus módulos, sin pasar por el casco o área principal del rancho.

La opción de venirse a vivir dentro de Las Cañadas, quedó abierta para todos, 2 familias y el joven Mauro, decidieron aceptarla.

Cada grupo tiene a su disposición una camioneta de la cooperativa para que organice una compra grupal semanal de cosas necesarias en la ciudad cercana, Huatusco.

En la asamblea, se decidió por mayoría de votos, que quienes se tendrían que quedar en sus casas y por lo tanto no podrían venir a trabajar, ganarían el 77% del anticipo (el equivalente a salario en una empresa convencional) que nos repartimos como socixs cooperativistas. Esto es posible gracias al “fondo de reserva” que logramos como cooperativa para poder hacer frente a 3 meses de cero ingresos, por cualquier causa posible, nunca nos imaginamos que la causa sería un virus.

La vida dentro de Las Cañadas

Los acuerdos fundamentales:

  • Nadie puede salir de Las Cañadas salvo por alguna emergencia o por designación del grupo en las compras semanales, sobre todo, por la salud de Atzín, quien está embarazada.
  • Si alguna socia o socio quiere venir a vivir a Las Cañadas tiene que pasar una cuarentena de 15 días en una casa separada del área principal.

Los que estamos viviendo dentro de Las Cañadas, a su vez, nos dividimos en dos grupos:

  • Los que vivimos en la zona del “casco del rancho”, somos 18 personas incluyendo 3 niñxs y 1 embarazada.
  • Dos familias que viven en la zona de la “ordeña”, 9 personas incluyendo 4 niñxs

En el “casco del rancho”, tenemos una cocina comunitaria y de acuerdo a una programación semanal, nos rotamos la preparación de la comida. Todo ha estado muy rico pero esta semana destacaron Misa y Mauro con un delicioso borrego que prepararon y el grupo de adolescentes y mujeres jóvenes que hicieron pizzas.

Aquí dentro tenemos nuestra agua de manantial, huevos, leche, Amada en el taller de lácteos prepara queso y yogurt. . Maíz y frijol de nuestra cosecha y de campesinos Tlaxcaltecas. El huerto biointensivo nos provee de verduras y el bosque comestible de tubérculos y nueces, aún no es temporada de frutas.

Los socixs que están afuera nos envían cada semana plátanos y café que producen en sus cafetales. Nosotros les enviamos la leche y el queso que les corresponde como socixs de la cooperativa.

Una vez a la semana, nos reunimos para hacer la distribución semanal de actividades, algunos se quedan con actividades fijas y otros rotamos según las necesidades.

Ha sido maravilloso para mí, volver a ver a mi hija universitaria, regando nuevamente el huerto, como lo hacía de niña, cosa que tengo que agradecerle a este famoso virus.

La “escuelita” sigue 3 días a la semana para lxs pequeñxs

Estamos en periodo de seca, esta semana, lo pesado para varios ha sido el riego en el huerto, debemos diseñar un sistema de riego más eficiente.

Primeras reflexiones

  • En Las Cañadas, siempre nos hemos considerando un experimento social de ver qué ocurre a nivel comunitario si las personas nos organizamos de otra forma para gestionar un territorio y vivir junto con este territorio. Pero esta pandemia nos está dando una oportunidad increíble para ver que tanto hemos acertado en el diseño de nuestros sistemas de producción y de vida.
  • Recién estamos digiriendo que no serán 15 días de jugar a encerrarnos, que será más largo y que deberemos reinventarnos antes de que terminen los 3 meses de fondos que tenemos para mantenernos económicamente.
  • Definitivamente el mundo, económicamente hablando, será otro después de este periodo, y como no sabemos cómo será este nuevo mundo, se antoja difícil rediseñarte para una realidad desconocida. Sin embargo, sea como sea la nueva realidad, seguiremos necesitando comer, y cuidar a la tierra y a las personas y seguir compartiendo los recursos con equidad (los 3 principios éticos de la permacultura).
  • Volvemos a reconfirmar que quizá, el acierto más grande de esta cooperativa, ha sido que nos integremos citadinxs y campesinxs en igualdad-equidad de toma de decisiones y de ingresos. Este experimento con puros urbanitas con un sueño guajiro de “volver a la tierra” hubiese sido un fracaso total.

Por: Ricardo Romero    29/03/2020